Ahora que llega el buen tiempo, hay que pensar en las formas de sacarle el mayor partido posible al jardín, por pequeño o grande que sea. Además de utilizarlo para la diversión, especialmente si hay niños, es importante destinar también un espacio para la relajación, tu lugar especial en el que encontrar la tranquilidad cada día.
Y para lograr ese ambiente íntimo, una de las mejores opciones es poner una pérgola. Estos elementos son estructuras que pueden ser de diversos materiales, principalmente madera o metal, y que te dan sombra, logrando así el lugar ideal para comer, sentarte a leer o echar una siesta.
No cabe duda de que son muy funcionales, y es indispensable poder tener un pequeño refugio del sol durante el verano, ya que son muchas horas y no es bueno ni para los mayores ni para los niños.
Estructuras
- Pérgolas fijas: tal y como indica su nombre, se quedan fijas en un sitio, por lo que hay que elegir muy bien su ubicación. Son ideales para unir la casa al jardín o terraza, creando así una pequeña extensión de la misma pero ya en un espacio exterior. Es una opción muy elegante y resistente, especialmente si hace viento ya que al ser una estructura fija se mantiene muy bien.
- Pérgolas móviles: tienen la gran ventaja de que puedes cambiarlas de sitio siempre que quieras, aunque pierde un poco esa elegancia que le da la fija. A nivel de estabilidad, también son muy seguras, pero no tanto como las anteriores. Son perfectas si quieres ponerlas al lado de la piscina para estar a la sombra mientras los niños se bañan, por ejemplo.
Detalles de interés
En cuanto a sus materiales, las encuentras principalmente de madera o aluminio, siendo en ambos casos muy importante su mantenimiento para que puedan estar siempre en perfecto estado. Si llueve, sécalas cuanto antes, especialmente las de madera, ya que se pueden estropear con el agua acumulada.
No lo dudes e instala una pérgola en tu jardín... ¡merecerá la pena! Si necesitas más información, pregunta lo que quieras, estaremos encantados de dártela.