La poinsetia, el acebo o el muérdago y, por supuesto, el abeto, son especies que siempre se asocian a la Navidad porque se emplean para la decoración de los hogares en estas fechas, bien por sí solas o como parte centros de mesa, coronas, etc.
Sin embargo, estas no son las únicas plantas o elementos vegetales que pueden utilizarse y, en muchas ocasiones, sólo hace falta mirar alrededor y echarle un poco de imaginación para transmitir el auténtico “espíritu navideño".
Adornos para el árbol
Por ejemplo, para decorar el árbol de Navidad no hay por qué acudir a las tradicionales bolas y las guirnaldas de espumillón. Una opción ecológica y muy económica pasa por crear colgantes con manzanas pequeñas o rodajas de naranjas, limas y limones que previamente, se han secado en el horno para que no se estropeen.
También pueden emplearse diferentes tipos de suculentas, especialmente aquellas que tienen forma de flor, ya que resisten muy bien el calor que suele notarse dentro de las viviendas en esta época y podrán plantarse en alguna maceta una vez terminada la Navidad.
O, incluso, se han creado bolas de Navidad que albergan pequeños jardines en su interior, creados con un poco de musgo y unas tillandsias –para conservarlo todo el año sólo hay que colgarlo en un sitio luminoso y agregar unas gotas de agua cada cierto tiempo-.
Coronas y centros de mesa
Los centros de mesa, los adornos que se colocan sobre las estanterías o la chimenea y las coronas de las puertas de entrada de las viviendas son otras composiciones navideñas imprescindibles y para las que también se pueden emplear diferentes tipos de plantas y elementos vegetales.
Para conseguir los mejores resultados se suelen usar bases de espuma que se adquieren en tiendas especializadas, y gracias a las cuales se pueden utilizar ejemplares naturales –proporcionan el agua que requieren y evitan que se marchiten-. Sobre ella, se pueden pinchar todo tipo de flores y plantas –por ejemplo, varas de bayas rojas, ramas de verónica o aralia, euphorbias, etc.-
Aunque también se pueden aprovechar ramas secas para formar la base y emplear hojas o frutos que no requieran agua para mantenerse –piñas, bayas secas, etc.- que, incluso, pueden decorarse con algún tipo de pintura en spray o purpurina.