El jardín es uno de los espacios de la vivienda a los que se le puede sacar un mayor partido si se sabe cómo. Tanto si, por ejemplo, se busca construir una piscina –siempre acorde con las dimensiones y las posibilidades reales que existan-como si se prefiere habilitarlo como zona de descanso o recreo, es una zona al aire libre, por lo que los accesorios que se vayan a colocar deberán ser los adecuados y estar fabricados con materiales resistentes y de alta calidad.
Y la madera ha sido siempre uno de los materiales preferidos por fabricantes y clientes para, entre otros, crear mobiliario de jardín, casetas exteriores, tarimas o las vallas que delimitan las zonas de diferentes usos. Además, las investigaciones que se han ido realizando en este ámbito han favorecido que su uso sea cada vez más sostenible tanto desde el punto de vista medio ambiental como desde el económico.
Maderas más empleadas
Tradicionalmente se ha optado por fabricar los accesorios de jardín con maderas de pino y abeto por su resistencia y durabilidad. Además, son especies que se encuentran frecuentemente en un gran número de países y sólo es necesario que sigan un proceso de cuperización previo para evitar la aparición de hongos.
Aunque en los últimos años se emplean principalmente maderas de origen tropical que no requieren apenas cuidados, salvo la aplicación de algún aceite especial cada cierto tiempo. Las más frecuentes son el iroko, la teca, el ipé o algunas más exóticas como la bubinga, el cumarú o el merbau.
También son muy valoradas porque ofrecen una muy buena relación calidad-precio como, por ejemplo, en el caso de la teca procedente de China, cuyo precio por m3 no llega a los 100 euros.
Mobiliario y tarimas, los accesorios más demandados
Sillas, mesas, macetas, jardineras o arcones son sólo algunas de las piezas de mobiliario que más frecuentemente se encuentran en el jardín. Su practicidad y la posibilidad de adaptarse a todos los bolsillos –se pueden encontrar sillas por 20 euros o conjuntos completos de mesa y sillas por 250 euros en función del diseño y el tipo de madera con la que estén fabricados- favorece que sean accesorios muy demandados.
Por otra parte, las tarimas realizadas tanto en madera completamente natural como las que presentan algún componente sintético son el accesorio que más se emplea, por ejemplo, para marcar zonas de paso en el jardín, recubrir algún tipo de instalación o bordear el espacio exterior de la piscina.