¿Cómo adecuar un huerto urbano?
Artículo revisado por el Comité
El clima del suelo y la orientación del huerto definirán en gran medida la producción de nuestras especies.
1. Como norma básica una temperatura estable y humedad son las mejores condiciones para las verduras y hortalizas. Estas características coinciden con el clima de las regiones mediterráneas.
2. Es importante eludir la sombra de la edificación. Para evitar el efecto del viento se pueden usar láminas de mimbre, brezo o cañizo.
3. El sol matutino es especialmente beneficioso para algunas especies porque seca el rocío de las hojas e inhibe ciertas enfermedades.
4. No situar las plantas mas altas en el lado sur del huerto siendo aconsejable colocar especies como maíz, tomateras, judías, etc en la zona norte.
5. La tierra arcillosa es la que más nutrientes tiene para los vegetales y por tanto, posee una mayor fertilidad potencial. Está compuesta de granos finos, drena poco y retiene la humedad.
6. La tierra arenosa está formada por partículas grandes. Es de color grisáceo. Es más difícil de mantener en zonas con riesgo de sequía por su incapacidad de retener líquidos.
7. La turbera contiene restos de plantas descompuestas. Puede estar demasiado húmeda o con un alto nivel de placa freática. Tiene una excelente textura y es rica en nutrientes. Es recomendable mantenerla añadiendo abono.
8. El suelo de consistencia media es aquella tierra que representa una relación de equilibrio entre todos sus componentes y es idónea para todo tipo de cultivo.