Con frecuencia se realiza una elección precipitada, basada en el mero aspecto de la planta sin prestar atención a sus atributos, a sus requisitos o la función que tiene que cumplir en el jardín.
¿Qué utilidad va a tener el material vegetal elegido? Cuando hayamos determinado este aspecto, se podrá elaborar una lista de plantas que cumplan los requisitos complementando dicha elección con otras cuestiones tales como tipo de suelo, ubicación, necesidades climáticas...
En nuestra elección debemos considerar también una serie de características, siendo la más importante el tamaño del árbol. Predecir la altura es una característica difícil de determinar pues ejemplares de una misma especie pueden diferir sustancialmente en función de diversos condicionantes.
Otra cuestión a destacar es que nuestro árbol debe ser susceptible de desarrollarse adecuadamente en la zona donde lo vamos a ubicar, siendo conscientes de que una errónea elección puede derivar en múltiples problemas.
En este artículo solo quiero presentar el error en la elección de arbolado para ubicar en un camping: hace ya bastantes años se procedió a la plantación de un importante número de ejemplares de Acacias (Acacia cyanophilla) y Plátanos (Platanus orientalis).
Los nuevos gestores de este espacio de ocio se han encontrado que la tala de algunos ejemplares el pasado año ha provocado la aparición de un innumerable rastro de plántulas... el sistema radicular es tan superficial que diversas plazas estaban inutilizadas... la cantidad de hojarasca provoca importantes labores de limpieza... y todo ello complementado con una elevada densidad de ejemplares que en alguna zona provoca una sombra demasiado intensa para los usuarios.
Ahora es necesario realizar una labor de transformación y de recuperación de espacios, considerando las características específicas del entorno y, también, realizando labores de limpieza en ramas mal podadas que están sufriendo importantes necrosis.
