Sus beneficios medicinales y cosméticos se conocen desde hace milenios –los árabes ya la cultivaban en la edad media-, pero el uso del aloe vera en sus diversas vertientes se ha acentuado notablemente en los últimos años. Y ha llegado con tanta fuerza que, incluso, resulta relativamente frecuente ver esta especie en macetas o jardines de todo tipo, tanto públicos como privados, dado que, además, se trata de una planta muy resistente.
De hecho, y gracias a que España es uno de los países con mejores condiciones atmosféricas para expandir su cultivo, éste llegará a quintuplicarse en los próximos tres o cuatro años, tal y como especifican desde la Asociación Nacional de Empresarios del Aloe (Asocialoe).
Actualmente, y según las cifras proporcionadas por esta agrupación, hay unas 50 hectáreas de terreno dedicadas al aloe vera en el país –un 80% de las cuales se encuentran en Andalucía y en la zona de Levante, donde la elevada temperatura media anual y el terreno con buen drenaje son especialmente favorables-.
Aunque la progresiva rentabilidad que se está observando que puede obtenerse es lo que está llevando a muchos productores a aumentar el espacio de cultivo dedicado a esta especie. No en vano, la demanda europea de productos con aloe continúa en aumento y la península reúne las condiciones idóneas para llegar a convertirse en el mayor proveedor del continente e, incluso, en uno de los más importantes del mundo.
El objetivo que se plantean, por tanto, desde Asocialoe es, en primer lugar, conseguir aumentar de forma significativa esta producción ya que, según indican, ni siquiera se llega a abastecer la demanda nacional. Un hecho que, irremediablemente, lleva a perder cuota de mercado.
De la misma forma, quieren impulsar la creación de un sello de calidad propio que valore los procesos de producción, elaboración y transformación, y con el que se justifique oficialmente el incremento de los cultivos.
Además, y en esta clara apuesta por la calidad como principal valor del producto –muchos productos actuales apenas presentan una pequeña cantidad que lleva a dudar de sus propiedades reales-, confían en poder diversificar las aplicaciones del aloe y llevarlas, incluso, al sector alimenticio, donde ya empieza a abrirse hueco.
Foto: Krabelin