La aparición de plagas es uno de los grandes enemigos que pueden acecharle en cualquier momento a nuestro jardín, es por ello que se requiere de un cuidado y un sistema preventivo eficaz, para evitar la aparición de las temidas plagas de forma que nuestras plantas se conserven fuertes y resistentes a cualquier ataque de insectos y enfermedades.
En primer lugar es muy importante antes de realizar los trabajos de jardinería, fijarse en el estado que presenta la planta en el momento de la compra. Una planta con raíces fuertes, buen aspecto y un tallo sano aguantará más a la infección de plagas. En caso de presentar cualquier síntoma que muestre indicios de enfermedad debemos descartarla. Es primordial elegir aquellas que mejor se adapten al clima en el cual vivimos. Las plantas autóctonas son mucho más fuertes ante la agresión de enfermedades que las plantas exóticas.
Hay que cultivar las especies que hayamos adquirido en un espacio adecuado donde estén protegidas del viento con setos o mallas y del frío cubriéndolas con plásticos por la noche. No siembres las especies demasiado juntas, ya que esto puede provocar que no adquieran la cantidad de nutrientes necesarios causando su debilidad, procura que tengan una cantidad de terreno suficiente.
La técnica de la solarización es muy efectiva a la hora de desinfectar el suelo de forma que no florezcan las plagas. La técnica de la solarización consiste en regar y labrar previamente el suelo y después taparlo con un plástico para que la tierra se cueza por la exposición al sol durante varios días. En el caso de que alguna planta se infecte por alguna plaga, hay que retirarla rápidamente y cambiar el abono por otro nuevo, ya que si nos descuidamos, la tierra puede volver a infectar a una nueva planta.
Es conveniente que realicemos un adecuado mantenimiento de nuestras árboles, arbustos y plantas, como cambiar el fertilizante periódicamente, y proporcionarle la temperatura, el riego y la luz adecuados, de esta forma serán más resistentes y crecerán más vigorosas frente a cualquier enfermedad. Otro consejo muy efectivo es regar hacia la raíz, nunca sobre la hoja o las flores, pues la humedad provoca la proliferación de bacterias.
Foto: Servicity