Tuta Absoluta, este es el nombre técnico de una plaga que se extiende desde hace algunos años por toda Europa, proveniente de Latinoamérica. Se trata de un insecto lepidóptero conocido también como la polilla del tomate, la polilla perforadora, el cogollero del tomate o el gusano minador del tomate.
Ataca todas las solanáceas y aunque el tomate es el más perjudicado también afecta la patata, la berenjena y el pimiento, por ejemplo.
Aunque la Tuta Absoluta sólo vive durante épocas de buen tiempo, con un mínimo de 9ºC y muere en invierno, sigue siendo muy perjudicial. Este insecto tiene un alto potencial reproductivo ya que una sola hembra (que llegan a vivir hasta 2 semanas, una más que el macho) puede poner entre 40 y 50 huevos.
Los tratamientos habituales sólo eliminan los insectos adultos, dejando las larvas con vida que, después de pasar por una fase de orugas, se acabarán convirtiendo en insectos con alas. Por eso, la prevención y la gestión adecuada de la plaga son muy importantes.
Lo más probable es que la Tuta Absoluta se instale en un invernadero. Por este motivo es básico cerrar todas las aperturas de ventilación con mosquiteras para evitar que entren ejemplares adultos. También hay que tener en cuenta que las larvas se encuentran en el interior de los tomates o en las hojas y tallos, por lo tanto, hay que separar y tirar los frutos dañados, para que no se propague la plaga.
Si detectamos alguno de estos insectos en la cosecha hay que proceder inmediatamente a su exterminación. Se trata de una especie muy resistente y que se protege en el interior de la planta por eso es recomendable seguir el siguiente tratamiento: realizar una mezcla de InsectStop1 (como insecticida de contacto) y de InsectStop2 (como tratamiento sistémico). El primer producto actúa contra el adulto y el segundo protege la planta de las larvas.
La aplicación de la mezcla debe realizarse de noche o en horas de poco sol ya que se trata de un insecto de hábitos nocturnos.
Fuente: Agrares Iberia
