Características y errores más comunes en el cuidado de terrazas

Las terrazas tienen una serie de características propias que condicionan lo que debe hacerse para tener éxito en su ajardinamiento.

Algunas de estas características vienen marcadas por el reducido tamaño del espacio a adecuar. Esto implica que la elección de especies se haga teniendo esto en cuenta, descartando especies de porte arbóreo. Es imprescindible asesorarse en este aspecto ya que puede ocurrir que se elija un ejemplar por su aspecto sin saber que cuando crezca se convertirá en un problema por el tamaño.

Otro factor a tener en cuenta, sobre todo si se tienen niños o mascotas, es descartar toda especie que sea tóxica, tanto en las hojas como los frutos, por el peligro que ello conlleva.

Instalar un riego por goteo suele ser siempre la mejor opción a no ser que los dueños puedan y quieran realizar esta labor. Hacer una programación adecuada es fundamental para el éxito de la plantación.

Y una de las principales características propias de las terrazas, la más importante a tener en cuenta, es que las terrazas están sometidas, en general, a unas condiciones de insolación muy acusadas. Es decir, a no ser que haya toldos o dispositivos similares, las plantas suelen estar sometidas a unas condiciones de insolación durante los meses de verano muy extremas, lo que condiciona en gran medida las especies a elegir.

Tampoco debe olvidarse que cuanto más alto esté la terraza, más sufrirá también la acción de los vientos desecantes que tan negativamente influyen sobre la vegetación. Es decir, aunque la dosis de riego sea la adecuada, esto no compensa la sequedad ambiental (la del aire alrededor de la planta) que impide el adecuado desarrollo de la planta.

Por lo anterior, el acierto en la elección de especies es fundamental, ya que las hay que de forma natural presentan mecanismos de adaptación a las condiciones ambientales antes apuntadas.

Una buena planificación anual, con las actuaciones a realizar en cada época son importantes para que la terraza esté siempre en las mejores condiciones posibles.

No debemos olvidar que estamos tratando con seres vivos que evolucionan en el tiempo y que tienen una serie de necesidades vitales que debemos satisfacer.