El exceso de sol, la sequedad del ambiente y el calor también tiene efectos negativos en nuestras plantas. Por ello, tras las vacaciones, es aconsejable realizar un tratamiento postsolar para que recuperen su belleza y luzcan sanas y bonitas.
Hidrátalas
Mientras estabas de viaje las plantas habrán estado absorbiendo todos los nutrientes y los restos de humedad de la tierra. Por ello lo primero que tendrás que hacer será regar abundantemente la tierra con el objetivo de que reponga la humedad necesaria para el correcto crecimiento de la planta.
El riego lo llevaremos a cabo siempre por la noche. En el caso de las macetas, podemos sumergirlas en un barreño con agua durante 20-30 minutos para que la tierra absorba toda el agua que necesita.
Hay que regarlas abundantemente pero no demasiado, así que habrá que prestar atención a la tierra para evitar que el exceso de agua perjudique nuestras plantas.
Trata las quemaduras del sol y pódalas si fuera necesario
Las plantas también acusan los efectos de una sobreexposición solar. Las hojas se reblandecen y esa poca consistencia hace que se muestren flácidas. Además, en algunas de ellas, como las de la familia de las saxifragáceas, pueden aparecer manchas de color oscuro como consecuencia del exceso de sol. En este caso, no nos quedará más remedio que eliminarlas. Una buena poda ayuda a recuperar y revitalizar la planta, estimulando su crecimiento.
Dependiendo de la gravedad de las lesiones, es decir, de las manchas, la poda será más o menos intensiva, ya que el objetivo es eliminar las hojas y tallos dañados por la exposición solar. Aprovecharemos también para retirar las ramas y brotes enfermos.
Protégelas del sol
Como nosotros, las plantas también necesitan ser protegidas de la inclemencia de los rayos solares. Por ello nada mejor que evitar dejar las macetas al sol si nos vamos de viaje. Si no las hemos protegido convenientemente antes de marcharnos, después de tratarlas las ocultaremos de los rayos ultravioleta hasta que se recuperen. Si no podemos acomodarlas en un lugar con sombra, lo ideal es que las cubramos. Podemos colocar un par de soportes en el suelo y, sobre ellos, un plástico oscuro o una sábana para evitar, de este modo, que el sol siga afectando a la planta.
Abónalas
Cuando veamos que nuestras plantas comienzan a recuperarse, podemos abonarla, ya sea empleando sustancias naturales, ya sea por medio de productos químicos. Además de mejorar la tierra que hay alrededor de la planta y conservar su humedad, servirá para que la planta se nutra adecuadamente y, por tanto, se recupere antes.