Si tenemos espacio en nuestro jardín y queremos instalar un estanque, un acuario o un espacio donde agua y plantas se conviertan en protagonistas, podemos crear un precioso jardín acuático.
Los jardines acuáticos conjugan de manera exquisita estanques, fuentes o acuarios con plantas acuáticas o palustres. Mediante esos elementos podemos diseñar un bonito y colorido jardín acuático en nuestro hogar. No hace falta disponer de mucho espacio. Con un pequeño estanque podemos idear un exótico jardín acuático que dará color y armonía al resto del jardín.
¿Qué debemos tener en cuenta para crear nuestro jardín acuático?
En primer lugar, el lugar donde lo colocaremos. Tendremos que calcular bien el hueco donde instalaremos nuestro estanque para el jardín acuático, un lugar que reciba bien la luz del sol necesaria para el crecimiento de las plantas y que no impida el disfrute del resto de nuestra parcela. También habrá que examinar el terreno y contratar a un arquitecto que nos diseñe la forma del estanque.
Por supuesto, es importante que elijamos las especies que queremos en nuestro jardín acuático. Podremos elegir entre una variedad de flores exóticas y singulares como repollitos, colas de zorro, nenúfares, lirios de agua, flores de loto… Si nuestro jardín acuático es grande, incluso podemos valorar la presencia de victorias amazónicas, una planta de gran tamaño (puede alcanzar los dos metros de diámetro), similar a un loto gigante, que es originaria de este río sudamericano, el Amazonas. Es rara verla en nuestro país, pero se puede valorar su inclusión si vamos a crear un jardín acuático en otras latitudes.
Del mismo modo, tendremos que estudiar cómo será el ecosistema que creemos en el sentido en que no todas las especies conviven entre sí sin dañar a otras. Hay algunas especies, como la azola o el camalote, que pueden acabar con el resto de la vegetación que crece alrededor, ocasionando graves daños al ecosistema que hemos creado. Por ello, es sumamente importante que estudiemos bien las especies que queremos cultivar.
Hay que prestar atención a la profundidad. La mayoría de las plantas acuáticas no necesitan vivir en aguas muy profundas para crecer, pero no todas. Lo importante es que, además del tamaño, estudiemos la profundidad de nuestro estanque, ya que ello estará determinado por las plantas que queramos cultivar. Cada planta acuática necesita una profundidad determinada para su crecimiento; de ahí que sea necesario elegir antes que nada las especies que queremos tener en nuestro jardín acuático.
Relacionado también con el crecimiento de las plantas es importante que nos informemos bien sobre cómo es el cultivo de aquellas que nos interesan con vistas no solo a plantear su cuidado posterior sino a evaluar su aclimatación real a nuestro estanque. Cada planta necesitará un espacio y tiempo especial para adaptarse al nuevo espacio.
Por último, si vamos a incluir peces en nuestro jardín tendremos que estudiar qué especies convienen más al tipo de planta que tenemos. Además, es fundamental que sepamos también cómo será la convivencia entre cada uno de ellos con el objetivo de evitar que una especie pueda comerse a otra o acabar con nuestro ecosistema.